El concepto de sustentabilidad ha llegado a la construcción de casas. Significa que desde los materiales para construir las paredes hasta los recursos para hacerlas funcionar todo está pensado para que el efecto negativo sobre el medioambiente sea casi nulo.

Estas formas de construcción ecológicas alternativas tienen que ver con un trabajo con la tierra similar a una colaboración mutua, recuperando recursos, usando lo que la naturaleza nos provee.

Las casas alternativas sostenibles buscan adaptarse a su entorno, fusionarse en él y vivir en armonía. Son una vuelta de tuerca que nos pone a pensar si la forma de construcción tradicional en las grandes ciudades es la mejor posible, si el paisaje de rascacielos, antenas, y hormigón no es una forma de violentar nuestro entorno.

Aunque suelen ocurrir preguntas sobre formas constructivas, ventajas y desventajas de tal o cual sistema; no hay un sistema constructivo único sino que la interacción de los sistemas y la combinación de dos o varios tipos de estas construcciones, hace de ellas al final de obra convertidos en buenos sistemas constructivos en lo que se refiere a eficiencia tecnológica. Aquí no significa rechazar a los clásicos sistemas constructivos tradicionales, sino que sin renunciar a ellos (el ladrillo, bloques, morteros y calcáreos, concretos) estos sistemas alternativos tienen la característica de poder incluirlos en el diseño como complemento.

El sistema tradicional es el más difundido en América Latina, el más antiguo en todo el mundo, se realiza en base a estructuras de hechas con ladrillos, piedra u hormigón armado con mampostería y revoques interiores. Es un sistema húmedo hecho con mezcla de cemento, arena y agua, por lo tanto tiene la debilidad de ser húmedo, lento y más costoso que el resto.

Los sistemas tradicionales de construcción siguen teniendo gran aceptación en nuestro país, pero desde hace unos cuantos años se han venido introduciendo nuevos productos al mercado nacional y están empezando a tener aceptación en ciertos sectores de la edificación. Estos nuevos productos ya tienen un largo camino recorrido en otros países, desde hace 100 años se utilizan en Estados Unidos y después de las guerras mundiales se introdujeron en Europa. Desde hace unos años se comenzó a utilizarse en Argentina con gran aceptación en algunos sectores y ya en la actualidad cuenta con vastos recursos de distribución y cada vez más habitantes con ideas ecológicas y estilos libres.